
No le dí la mano.. me la agarró ella a mí, pidiendo en silencio un poco de calor humano en un sitio tan frío como es un hospital.. y no sé bien quién se lo transmitió a quién.
Gracias hija.. me dijo.
Hay momentos que hacen que todo valga la pena.
Dicen que el lugar perfecto para esconder algo si no quieres que lo encuentre un traumatólogo es la historia clínica... eso dicen..